El sueño de la escritura

El sueño de la escritura

lunes, 10 de agosto de 2015

La primera herida

Nuestro amor comenzó suave, delicado, en pleno invierno. Con las ansias de encontrarnos, de ser esa otra persona, que siempre buscamos. Y así fue que navegamos por las aguas de la belleza, de la sensibilidad, de la ternura, de la pasión, de la amistad. Y cada día la entrega fue mayor. Con tu prudencia y mi impulsividad hemos logrado combinar el equilibrio de nuestros corazones.
Pero una noche, nos dejamos la primera herida, yo a vos, y vos a mí. Una marquita, pequeña, en el corazón. Y uno se pregunta ¿por qué ahora? ¿por qué cuando el amor va remontando vuelo ocurre esto? ¿por qué cuando las almas comienzan a abrazarse en la intimidad de los sueños, nos enfrentamos? ¿por qué tu frase “tal vez no seamos el uno para el otro” la sentí como una copa de cristal quebrándose en miles de piezas? ¿por qué las lágrimas brotaban de un lugar mucho más profundo que el corazón, acompañadas de un dolor, que hasta este momento nunca había experimentado? ¿por qué cuando no medimos las palabras podemos abrir puentes de distancia, que sólo nos conducen a la soledad más profunda?
La tormenta pasó y me volviste abrazar, como lo haces siempre, con tu protección y tu dulzura, pero sabemos, al mirarnos, que hemos atravesado en el mar de nuestra travesía, la primera herida.

El mejor de mis sueños

Tu respiro ahogado
Bajo el cigarrillo
Que se prende en tus labios
Se entremezcla con tu latir
Acelerado
Cuando te estoy abrazando…

Y tus ojos que me evaden
Para no ir al encuentro
De mi mirada amorosa
Y llena de deseo
Que te está esperando.

El recuerdo de nuestro
Beso descolgado
En un cielo húmedo y tieso
Desciende por mi mente
Cuando mis manos
A tu cabello
Acarician lentamente...

Y cuando compartimos
Un segundo de complicidad
Con nuestros ojos ansiosos
Pareciera que nuestros sentimientos
Se asemejan
Aunque tú quieras ocultarlo.

Tal vez sean mentiras
Que se inventa mi propio corazón
Para poder vivir mejor…
Pero yo te veo y me derrito
En el silencio
Al sentirte tan mío
Como el mejor de mis sueños.

Nuestro Secreto

Nuestro secreto
se esconde tímido
entre las horas
de un tiempo pasado.
Una despedida inesperada
y una sonrisa cómplice
hicieron sus andanzas.
Nuestro secreto
se desata tímido
cuando me miras
y mis ojos delatan
su delicia al detenerse
en tus ojos de mar.
Nuestro secreto
se calla
ante la mirada
indiscreta
y se ruboriza
si por imprudencia
una caricia sobre
tu camisa
echo a rodar…
Nuestro secreto
lo guardo muy intimo
en mi corazón
como quien guarda
un diamante sin tallar.
Nuestro secreto
lo lleva ondulante
mi boca al caminar
cuando al morderme
los labios tu beso dulce
vuelven a desear.
Nuestro secreto,
mi secreto mas que el tuyo
encierra en mis días
la mejor noche de mi vida:
Sentí tus labios
sobre mi boca
como rocío angelical.
Nuestro secreto
del que nadie sabe
y tu nunca confesaras
enlaza en mi mente
la forma en que temblaste
cuando te abrace
y en mi, cariño
todo el amor
que sobre tus labios
esa madrugada sin estrellas
deje.
Y aunque tu no lo recuerdes
y en otros brazos, hoy te encuentres
sabes que nadie podría darte tanto
en solo cinco minutos de amor:
los minutos que duro el encanto
de tu abrazo, y tu cuerpo temblando
cuando al besarme supiste
que yo te estaba entregando ese ese acto
-mas que hermoso para mi corazón-
todo mi amor.

viernes, 5 de junio de 2015

Inesperado

Ese color en los ojos, no te sienta bien, pero no es mi culpa.
Y si tu cabello está quebradizo y sin brillo, no es mi trabajo que así lo veas.
Si la camisa queda más ajustada, no me reclames.
Si no te encuentras bonita, no hagas que te compare, con otras.
Te enfureces cada día, pero yo no puedo hacer nada.
Las marcas están, las de afuera y las de adentro, el corrector no te servirá para taparlas.
Ese jean ya no es para ti, pero te empeñas en usarlo y después, me culpas a mí.
No deberías luchar conmigo, porque siempre ganaré.
No quiero que te sientas mal, pero deberás aprender a mirar diferente, si quieres obtener otro reflejo.
No me culpes, yo solo estoy aquí….
                                                                                                                                             El Espejo

lunes, 23 de marzo de 2015

El beso del ángel


Un susurro
De jazmín
Condensado en el aire.
Un latir a punto
De estallar...
Estrellas ocultas
Detrás de la luna
Y miel en su boca.
Suave presión
Con sus labios
Y el cielo en sus manos
Su alma en ese instante
Ascendió dulce
En una armónica
Melodía.
Después el encanto
Desapareció.
Ella preguntó:
¿Qué ha pasado?
Y alguien respondió:
"El ángel te ha besado".


Miedo

Frío, intermitente,
se acurruca el miedo
entre mi alma serena.

Miedo de perder
hasta  lo que no tengo
y ver derramado mis
esfuerzos
en un final previsible.

Doloroso, el miedo
se acomoda entre mis manos
mientras tiemblo
pensando en una soledad
que me abrazará
si las verdades se encadenan
en una mesa de antiguos
rencores y promesas falsas.

Miedo que me abruma
y no me dejar sentir
atrapándome
en un círculo de sombras
pasadas...

Miedo profundo y perenne
el que esta noche
viene a visitarme
en los oscuros salones
del sueño.

Sensaciones Oblicuas

Sensaciones oblicuas
Insertas en un alma geométrica
De líneas perfectas
Y amores circulares...
Amores que en el pentágono
De la vida se separan, se desarman
Por miedo a que triángulos crueles
Los maten sin piedad.
Haber amado tanto, como yo amé,
Es salirse del cuadrado de lo cotidiano
Es haber participado de la experiencia
Insaciable de llenar el cielo
Con lágrimas y sonrisas...
Rodear el borde de lo profundo
Y robarle una estrella sencilla
A un rombo de astros sagrado
Es algo parecido a lo que yo he amado.
Siempre una gota de dolor
Empañando esa felicidad continua
De amar, y esa gota que decanta
Sobre el universo de los amantes
Para después convertirse en un recorte
De papel
En un signo de poesía, que tal vez
Nadie leerá.

Hoy tengo el alma gastada
Por las idas y las vueltas
Por lo que di y lo que perdí,
Por lo que me ofrecieron y no supe
Cobijar,
Por sentirme de alguien y nunca serlo
Por saberme deseada y amada
En un momento
Y abandonada y dulce y triste
Al mismo tiempo
Cuando el sol se aleja
Y mi amor se marcha...
Dejando aureolas de recuerdos
Sobre la mañana húmeda
Y transparente.
Cantos de esperanzas
Que después suenan
Hermosos sobre la faz
De mi corazón amoroso
Y altivo como pájaro
En vuelo alto
Y planeo directo.
Sensaciones oblicuas
Las que hoy me despiertan
Y atraviesan sin cansancio
La sin forma  de mi alma...